lunedì 22 settembre 2008

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El celador del laberinto
Luiz Fernando Verissimo

También está la historia del celador del
laberinto. Cada día salía de la casa temprano,
con su plato, y entraba en el laberinto. Sus
trabajo era moverse por el laberinto,
la inspección de las paredes y el suelo, viendo que
necesitaba un retoque, tal vez una mano di pintura, etc.

Era un hombre metódico. Por la mañana,
hacía la vuelta del laberinto, observando todo lo que
tenía que ser reparado, despues salía del
laberinto, almorzaba, descansaba un poquito,
y entraba en el laberinto de nuevo, ahora con la
el material que necesita para su trabajo.
Cuando no había nada que reparar,
sólo barria todo el laberinto y, al
anochecer, se iba a casa.
Un día, mientras hacía su vueltaa, el
celador encontró a un grupo de personas
aterrorizadas. Querían saber cómo salir de alí. El
cuidador no entiendió bien.
- ¿Cómo salir?
- La salida! ¿Dónde queda la salida?
- Es por alli - señaló el celador-
considerando extraña la agitación del grupo
Más tarde, el mismo día, mientras
barría uno de los corredores, el celador encontró
el mismo grupo. No habían encontrado la
salida. Estaba aún más aterrorizado. Algunos lloraban.
Necesitaban de alguien que les mostrara la
salida! Con cierta impaciencia, el celador
comenzó a dar la dirección. Era fácil.
- ¡Salgan por ahí y crucen la izquierda.
Luego a la derecha, luego a la izquierda, a la izquierda
de nuevo, a la derecha, derecha, izquierda ...
- ¡Espere! - gritó alguien. - Póngalo en
un papel.
Sacudiendo la cabeza con divertida
resignación, el celador agarró su diario de
notas, tomó su lápiz y comenzó a escribir.
- Déjame ver. Izquierda, derecha,
izquierda, izquierda ...
Vaciló...
- No, derecha. Eso es. Derecha, derecha,
izquierda ... ¿o de nuevo a la derecha?
El celador, tiró el lápiz y el papel en
el piso como si estuvieran prendidos en fuego.
Salió corriendo, con todo el grupo de atrás.
También estaba aterrorizado. Era terrible. Nunca
se había dado cuenta de cual era terrible era aquello.
Corredores que andaban a parar en corredores de corredores
que andaban a parar en corredores que daban en una pared. Era
necesario regresar por los mismos corredores, ¿ pero
como saber si son los mismos corredores? La
salida! ¿Dónde estaba la salida?
La administración del laberinto tuvo que
buscar un nuevo celador, después de que la
desaparición del otro cumpliera un mes.
Podían adivinar lo que había sucedido.
El nuevo celador no debía tener mucho
imaginación. Era preferible que no supiese leer
y escribir. Y en ningún caso debía hablar
con extraños



1 commento:

*Maru ha detto...

Antonio, hola
Vengo de donde quien ha visto blogger como yo.
Todavia estoy a tiempo de responder el cuestionario?
Mi blog es http://sehablavenezolano.blogspot.com
Gracias y mucha suerte!
MEP